0) Prólogo
Los cuentos [relatos] y cuentas [cifras] se funden siempre en un todo cuando se trata de contar con verdad, con rigor y con solvencia algo. Siempre.
El cuento sin cifras no es tan verificable y creíble como las cuentas bien relatadas, honestamente relatadas. Y las cuentas a secas pueden decirlo todo aparentemente y no decirnos nada en realidad.
Los grandes caudales o avenidas (sean de agua o de datos) pueden generar o mejorar la vida o producir inundaciones o desastres si no están bien canalizados. Si no están mediados por buenos canales o por buenos contextos o relatos. Pero si malos son los desbordamientos, peor son las ausencias, las sequías.
Las cuentas a secas pueden decirlo todo [en en bytes, megas, gigas, terabytes o zettabytes – mil millones de teras-] en esas magnitudes oceánicas de información, de big data. Y no decirnos a la postre nada si no les aplicamos un contexto temporal y espacial, un análisis, un expurgo de lo irrelevante y un foco sobre los significados cruciales: un relato, un canal.
Pareciera que las cuentas las reservamos solo para conteo monetario: para los presupuestos, para la cuenta general que cada año rinden los gobiernos, para las cuentas anuales de los ayuntamientos o las empresas, para las fiscalizaciones de intervención, para las auditorías de la Audiencia de Cuentas.
Pero los números y las cuentas van más allá de la mera ejecución presupuestaria. Y no solo porque en el siglo XXI todo, absolutamente todo, se ha traducido al lenguaje binario de ceros y unos. Sino porque todo lo que no es cuantificado, en cifras, no puede ser medido. Y todo lo no medible es muy mal conocido.
Si no medimos las cosas, las acciones, los programas, las políticas, los planes, lo dicho y lo hecho…. ¿Cómo podemos saber si son buenas? ¿O al menos si progresan en el sentido correcto?
Lo que presentamos en el Informe Anual al Parlamento de Canarias y está disponible por completo para los ciudadanos en la web, es un cuento verdadero sobre las cifras de la transparencia en las instituciones canarias. Es el cuento cifrado sobre la base de más de millón y medio de datos sobre el acceso a la información de los ciudadanos de Canarias; disponibles para todo el que lo desee.
Es el relato sobre cómo el Gobierno canario, cabildos, ayuntamientos, universidades canarias y 111 de sus 247 entidades dependientes rinden cuentas a este Parlamento a través de su Comisionado de Transparencia sobre la forma en que cada día ellos rinden mejores o peores cuentas a los ciudadanos que sostienen las administraciones y han elegido, directa o indirectamente, a sus dirigentes.
Es decir, es un ejercicio de meta transparencia: de transparencia sobre la transparencia. Decía que todo lo que no es cuantificado, en cifras, no puede ser medido. Y todo lo no medible es muy mal conocido.
Hace más un siglo el físico y matemático británico William Thomson Kelvin estableció las bases de lo que es sin duda la piedra angular de los procesos evaluativos y las concentró en tres frases: “Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide no se puede mejorar. Lo que no se mejora se degrada siempre”.
El Parlamento de Canarias definió en la Ley Ley 12/2014 en que debía consistir la transparencia pública y el derecho de acceso a la información de los ciudadanos en Canarias: y lo hizo una Ley más avanzada que la mayoría de las vigentes en el mundo.
Y encomendó al Comisionado de Transparencia la medición del cumplimiento de las obligaciones de la Ley, además del amparo a las personas reclamantes ante denegaciones de información de las administraciones.
Nunca lo hubiéramos podido hacer sin tres condiciones: un pequeño pero entregado equipo a la tarea; el conjunto de 347 funcionarios y concejales que han colaborado con nosotros en la carga del más del millón y medio de datos del que les hablaba y la aplicación telemática que hemos creado, T-Canaria, sin la que hubiera sido imposible entendernos todos. No hubiera sido posible que las instituciones se autoevaluaran y rindieran cuentas. Y nosotros no hubiéramos podido tratar y extraer de todos esos datos la información que ustedes. tienen en este tercer Informe Anual referido al año 2017.
Tanto la aplicación T-Canaria como el Índice de Transparencia de Canarias que permite calcular por segunda vez consecutiva constituyen dos singularidades canarias en el sistema de transparencia español, que nos permiten estar en vanguardia en el proceso de control de la transparencia activa.
Algunos datos
El Índice de Transparencia de Canarias (ITCanarias) de las 98 instituciones de las islas (ayuntamientos, cabildos, Gobierno de Canarias y universidades) se concretó en 2017 en una nota media de 5,47 puntos, cuando al año anterior apenas había llegado a 3,14 puntos. El avance ha sido notable. Buena parte de ellas mejoraron sus portales de transparencia al realizar la autoevaluación y rendir cuentas ante el Comisionado de Transparencia.
Una vez revisados los datos de las administraciones, el algoritmo matemático T-Canaria ha calculado sin interferencias el primer índice público oficial que mide el cumplimiento de las obligaciones de las normas de transparencia en un territorio.
La progresión de los niveles de transparencia ha sido positiva en más del 90 % de las instituciones. Cincuenta instituciones principales (el 51 %) superaron en 2017 la nota de 5; cuando el año anterior solo la habían rebasado 20. Pero todavía 48 no han alcanzado el valor 5 en la escala de 1 a 10; entre ellos instituciones con un ámbito poblacional importante superior a los 50.000 habitantes. Se ha comprobado que el hecho de autoevaluarse como su posterior rendición de su declaración de transparencia ante el Comisionado ha favorecido la notoria mejora de los portales de transparencia de Canarias.
Además de las 98 instituciones principales de Canarias han cumplido con la rendición de cuentas sobre su transparencia 111 de sus 247 entidades dependientes (organismos autónomos, empresas públicas, etc.). De las 111, 42 superaron la puntuación de 5; pero la nota media de este conjunto de órganos dependientes fue de solo 4,64 puntos. Las dos universidades obtuvieron una nota media de 5,26 puntos en 2017.
Desde que en diciembre de 2013 comenzaron a desplegarse en España las leyes de transparencia, nunca hasta el año 2018 se había medido a todas las instituciones de una misma comunidad autónoma con baremos idénticos, basados en la Metodología de Evaluación de la Transparencia de la Actividad Pública (MESTA) de ámbito estatal y el Índice de Transparencia de Canarias (ITCanarias) que los adapta a la Ley de Transparencia de Canarias. Absolutamente todas las 98 instituciones principales han rendido cuentas; hecho que constituye todo un hito, ya que hace dos años solo llegaron a evaluarse al 40 %; el pasado ejercicio fueron el 89 % y este año se ha alcanzado al 100 %.
En total, de las 345 entidades censadas 211 cumplimentaron los cuestionarios, es decir, el 61,16 % del censo, entre ellas, todas las administraciones públicas, las dos universidades, todas las entidades dependientes de la Comunidad Autónoma y del Ayuntamiento de Candelaria y prácticamente todas las del Cabildo de Tenerife y del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife.
No obstante, aunque 209 entidades han podido ser evaluadas, otras 136 entidades no presentaron su Declaración de Transparencia, quedando por tanto clasificadas como “Incumplidoras”. Y si en el próximo ejercicio no presentan su declaración de transparencia atendiendo al deber de colaboración establecido en el artículo 64 de la Ley 12/2014, de 26 de diciembre, de transparencia y de acceso a la información pública, se instará a las instituciones de las que dependen a que tomen las medidas necesarias para el cumplimiento de la norma.
Entre estas entidades dependientes se ha evidenciado una mayor conciencia sobre la necesidad de mejora de sus portales de transparencia a pesar de la escasa presión social y ciudadana en ese sentido. Se ha podido comprobar que el hecho de realizar la autoevaluación ha conducido a muchas instituciones a realizar mejoras en sus portales de transparencia, estimuladas por la posibilidad de mejorar cada año en el ranking canario.
En el Informe anual se incluyen los datos acumulados de los años 2015, 2016 y 2017. Durante el año 2018 se recibieron 357 reclamaciones en el Comisionado de Transparencia de Canarias frente a las denegaciones de acceso a la información pública hechas a las solicitudes de los ciudadanos por las 98 instituciones del Archipiélago y sus entidades dependientes. Tal cifra representa un incremento de 203 reclamaciones sobre las 154 presentadas en el año 2017; es decir, se ha producido un crecimiento del 131%.
En el pasado ejercicio de 2018 el Comisionado emitió 191 resoluciones [63 a reclamaciones presentadas en 2017 y 128 a reclamaciones presentadas en 2018], de las que 57 fueron de inadmisión (porque no se tramitó bien la solicitud o se pedían cosas diferentes a información pública disponible de las administraciones).
Daniel Cerdán
Comisionado de Transparencia de Canarias